- Opinión - 

En la ciudad, nos hemos acostumbrado a respirar smog. Nos acostumbramos a utilizar un servicio público contaminante y contaminado, a andar a pie o en bicicleta sin ninguna protección frente a la contaminación, y a circular en nuestros vehículos buscando refrescarnos manteniendo las ventanas abajo - como si esto fuera tan inofensivo como suena-. Tal vez no queremos pensar en esta contaminación, presente constantemente en nuestro aire, y sólo nos hacemos conscientes de esta al vernos enfrentados a una bocanada de humo negro que se dirige directamente hacia nosotros y que estamos obligados a inhalar - lamentablemente, no tenemos la capacidad de aguantar la respiración mientras que este viento negruzco se disipa por completo-.

Es posible, que incluso ya suframos de síntomas médicos por esta situación; ojos irritados, dolor de garganta, dolor de cabeza, dificultad al respirar ó síntomas cardiacos. Estos síntomas, a excepción de las dificultades al respirar, no los relacionamos frecuentemente con la contaminación. Aumentamos nuestra negación frente a la gravedad de la contaminación al buscar otras causas, o al hacer caso omiso de cómo nos sentimos.

Por otro lado, nos acostumbramos al gris de las calles, a dejar de ver vegetación (tan importante para nuestra salud física como mental), y nos dejamos llevar por una rutina, malsana para nosotros mismos y para nuestro medio ambiente. Limitamos nuestros espacios de recreación y socialización a espacios no arborizados, por la poca existencia de los mismos.  

En ESP creemos que es necesario y posible respirar aire puro. Por medio de políticas públicas podemos regular a futuro los niveles de contaminación en nuestras ciudades. A la vez, con la responsabilidad que cada uno de los ciudadanos asuma, y las decisiones que tome frente a su forma de movilizarse, frente al consumo de productos que realice, etc. Sin embargo, estas decisiones no pueden estar separadas de cómo nos cuidamos de la contaminación que ya existe y que seguirá existiendo a pesar de las buenas decisiones que tomemos (por ejemplo la contaminación que proviene de industrias, ó tragedias ambientales como incendios). Los filtros de aire acondicionado ESP, nos permiten respirar aire puro en nuestros vehículos. Esto si los cambiamos periódicamente, mantenemos nuestras ventanas cerradas y nuestro a/c encendido. Por otro lado, en ESP te aconsejamos que fuera de tu vehículo utilices protección respiratoria (máscaras con filtro), sobretodo si realizas ejercicio físico en exteriores.